Praga 1922
Ordené sacar mi caballo del establo. El criado no me comprendió. Fui yo mismo al establo, ensillé el caballo y monté. A lo lejos oí el sonido de una trompeta, le pregunté lo que aquello significaba. Él no sabía nada, no había oído nada. En el portón me detuvo para preguntarme:
- ¿Hacia dónde cabalga el señor?
- No lo sé -respondí-. Sólo quiero irme de aquí, solamente irme de aquí, sólo así puedo alcanzar mi meta.
- ¿Conoce, pues, su meta?- preguntó él.
- Sí -contesté yo-. Lo he dicho ya. Salir de aquí, ésa es mi meta.
FRANZ KAFKA
Ordené sacar mi caballo del establo. El criado no me comprendió. Fui yo mismo al establo, ensillé el caballo y monté. A lo lejos oí el sonido de una trompeta, le pregunté lo que aquello significaba. Él no sabía nada, no había oído nada. En el portón me detuvo para preguntarme:
- ¿Hacia dónde cabalga el señor?
- No lo sé -respondí-. Sólo quiero irme de aquí, solamente irme de aquí, sólo así puedo alcanzar mi meta.
- ¿Conoce, pues, su meta?- preguntó él.
- Sí -contesté yo-. Lo he dicho ya. Salir de aquí, ésa es mi meta.
FRANZ KAFKA
1 comentario:
Un beso dede el alma
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